
Según la Organización Mundial de la Salud gastamos 20 litros de agua durante cada minuto de ducha y cuando nos lavamos la cabeza se puede llegar a los 300. Por suerte, hay estrategias y productos que ahorran agua. ¡Y aumentan la salud del cabello!
Desenredado previo. Es obligatorio, y en el caso de las melenas rizadas o encrespadas más aún. Tiene su explicación.Cuando se desenreda bajo el chorro de agua de alcachofa o está mojado, el pelo pesa más y hay mayor riesgo de romperlo durante el proceso. Lo ideal es poner orden y eliminar los nudos antes de abrir el grifo y hacerlo con un cepillo plano de cerdas naturales. Hay que comenzar de medios a puntas y dejar para el final la zona de la raíz.
Cerrar el grifo. Al menos mientras enjabonamos. Es el mandato nº 1 para los seguidores del ahorro acuático. El lavado de cabeza implica dos champunadas (la primera para eliminar la suciedad y una segunda para aportar al cabello el cuidado cosmético) y a esto hay que añadir la aplicación del acondicionador o la mascarilla mientras se masajean los mechones. ¿Sumamos minutos? Con que solo fueran cinco, se pueden ahorrar alrededor de 100 litros.
El champú, sin siliconas. Estas se adhieren a la raíz y exigen más tiempo de aclarado.Además hacen que el pelo se ensucie antes y necesitemos más lavados. Se utilizan porque aportan una textura cremosa a los productos y dan suavidad y brillo al cabello. Sin embargo, también crean una película que impide que penetren los productos hidratantes, nutritivos o reparadores que se extiendan a continuación. También se terminan depositando sobre el cuero cabelludo, y tienen un efecto oclusivo que impide su oxigenación y los asfixia. Esto hace que el pelo se engrase y ensucie más rápidamente y que la melena pierda volumen.
En cuanto a la cantidad de producto necesaria, basta con el tamaño de una nuez, incluso menos si el cabello es fino. Utilizar más cantidad implicar aclarar durante más tiempo y el pelo coge más electricidad estática. Lo más recomendable además, es repartirlo sobre la cabeza y añadir después un poco de agua antes de comenzar a masajear.
La temperatura del agua sí importa. Y mucho. La recomendación de los especialistas de terminar el enjuagado con agua fría o tibia no solo hace que este sea más fácil y rápido, sino que fortalece la melena cerrando el poro. Hay que tener en cuenta además que las puntas en mal estado son más porosas y acumulan más producto que es más difícil de aclarar.
Utilizar productos de aclarado fácil. La textura es la clave y los productos más untuosos y los bálsamos añaden tiempo proceso de enjuague.Es cierto que aportan al cabello un mayor aporte nutritivo, pero en la actualidad existen productos que ofrecen máxima nutrición y acortan el tiempo de aclarado. Es el caso de la Mascarilla-Leche Original Remedies de Garnier, que supone un ahorro efectivo de 40 litros de agua en cada lavado frente a una mascarilla convencional. Se trata de un tratamiento de origen un 98% natural que nutre en profundidad –y a la carta- cualquier tipo de cabello, y que además ha incorporado una tecnología de aclarado ligero que permite una absorción inmediata y no deja residuos. Sus ingredientes se adaptan a cada problemática. ¿Pelo quebradizo? La Mascarilla-Leche Miel Reparadora desenreda al instante e infunde fuerza. ¿Deshidratación capilar? La Mascarilla-Leche Almendra Nutritiva apaga su sed al instante. ¿Rebelde y encrespado? La Mascarilla-Leche Cacao Disciplinante suaviza y disciplina. Sin apelmazamiento y sin residuos, Original Remedies acorta el tiempo de aclarado y mejora la salud capilar llenhando el pelo de vitalidad. La clave es que aúna el poder nutritivo de una mascarilla con la ligereza de una leche.
27 SEP 2019 - 12:16 CEST
La iniciativa de Garnier tiene como objetivo concienciar sobre el consumo responsable
La iniciativa de Garnier tiene como objetivo concienciar sobre el consumo responsable ISTOCK
Desenredado previo. Es obligatorio, y en el caso de las melenas rizadas o encrespadas más aún. Tiene su explicación. Cuando se desenreda bajo el chorro de agua de alcachofa o está mojado, el pelo pesa más y hay mayor riesgo de romperlo durante el proceso. Lo ideal es poner orden y eliminar los nudos antes de abrir el grifo y hacerlo con un cepillo plano de cerdas naturales. Hay que comenzar de medios a puntas y dejar para el final la zona de la raíz.
Cerrar el grifo. Al menos mientras enjabonamos. Es el mandato nº 1 para los seguidores del ahorro acuático. El lavado de cabeza implica dos champunadas (la primera para eliminar la suciedad y una segunda para aportar al cabello el cuidado cosmético) y a esto hay que añadir la aplicación del acondicionador o la mascarilla mientras se masajean los mechones. ¿Sumamos minutos? Con que solo fueran cinco, se pueden ahorrar alrededor de 100 litros.
5 gestos -y un reto- para conseguir una melena sana e hidratada (y reducir la factura del agua)
El champú, sin siliconas. Estas se adhieren a la raíz y exigen más tiempo de aclarado. Además hacen que el pelo se ensucie antes y necesitemos más lavados. Se utilizan porque aportan una textura cremosa a los productos y dan suavidad y brillo al cabello. Sin embargo, también crean una película que impide que penetren los productos hidratantes, nutritivos o reparadores que se extiendan a continuación. También se terminan depositando sobre el cuero cabelludo, y tienen un efecto oclusivo que impide su oxigenación y los asfixia. Esto hace que el pelo se engrase y ensucie más rápidamente y que la melena pierda volumen.
En cuanto a la cantidad de producto necesaria, basta con el tamaño de una nuez, incluso menos si el cabello es fino. Utilizar más cantidad implicar aclarar durante más tiempo y el pelo coge más electricidad estática. Lo más recomendable además, es repartirlo sobre la cabeza y añadir después un poco de agua antes de comenzar a masajear.
La temperatura del agua sí importa. Y mucho. La recomendación de los especialistas de terminar el enjuagado con agua fría o tibia no solo hace que este sea más fácil y rápido, sino que fortalece la melena cerrando el poro. Hay que tener en cuenta además que las puntas en mal estado son más porosas y acumulan más producto que es más difícil de aclarar.
Utilizar productos de aclarado fácil. La textura es la clave y los productos más untuosos y los bálsamos añaden tiempo proceso de enjuague. Es cierto que aportan al cabello un mayor aporte nutritivo, pero en la actualidad existen productos que ofrecen máxima nutrición y acortan el tiempo de aclarado. Es el caso de la Mascarilla-Leche Original Remedies de Garnier, que supone un ahorro efectivo de 40 litros de agua en cada lavado frente a una mascarilla convencional. Se trata de un tratamiento de origen un 98% natural que nutre en profundidad –y a la carta- cualquier tipo de cabello, y que además ha incorporado una tecnología de aclarado ligero que permite una absorción inmediata y no deja residuos. Sus ingredientes se adaptan a cada problemática. ¿Pelo quebradizo? La Mascarilla-Leche Miel Reparadora desenreda al instante e infunde fuerza. ¿Deshidratación capilar? La Mascarilla-Leche Almendra Nutritiva apaga su sed al instante. ¿Rebelde y encrespado? La Mascarilla-Leche Cacao Disciplinante suaviza y disciplina. Sin apelmazamiento y sin residuos, Original Remedies acorta el tiempo de aclarado y mejora la salud capilar llenhando el pelo de vitalidad. La clave es que aúna el poder nutritivo de una mascarilla con la ligereza de una leche.
5 gestos -y un reto- para conseguir una melena sana e hidratada (y reducir la factura del agua)
El ahorro de agua no es el único gesto de la firma en pos de la sostenibilidad. Los envases son 100% de plástico reciclable y la producción tiene lugar únicamente en fábricas sostenibles, sus ingredientes provienen de la agricultura ecológica y utiliza fórmulas veganas.